jueves, 29 de diciembre de 2011

"Nunca acepto pasajeros hasta que la bodega de carga está llena"


El emperador romano Augusto tenía una hija, Julia la Mayor.

Casada, perdió a su marido, y su padre decidió casarla con un general que casi doblaba la edad de Julia, Marco Vipsanio Agripa. Augusto tenía en gran estima al general, al que "premio" con la boda. Julia, acato sin rechistar la decisión de su padre haciendo de la infidelidad santo y seña de su matrimonio.

Pese a todo tuvo 5 hijos con el militar: Cayo Julio César Vipsanio, Julia la Menor, Lucio Julio César Vipsanio, Agripina la Mayor y Marco Vipsanio Agripa Póstumo.

Esta situación mantuvo en ascuas a una de sus amigas que sabía de los devaneos de Julia. Un día no pudo aguantar más y le pregunto cómo era posible que ninguno de sus hijos se pareciera a alguno de los innumerables amantes que había tenido.

Julia sin más contestó:

"Nunca acepto pasajeros hasta que la bodega de carga está llena".

Textos moralizantes en la biblia: David y Betsabé y el adulterio


Para ser un libro supuestamente edificante y moralizador, la Biblia tiene una enorme cantidad de pasajes bastantes picantes y escabrosos. Muchos son los textos moralizantes en la Biblia, uno de ellos deja en mal lugar al rey David. David pensó premeditadamente, planeó sus acciones, actuó con estrategia, con tiempo y cálculo, y finalmente consiguió lo que procuraba:

Un buen día, David descubre a una mujer bañándose. Entrándole el bichillo de la lujuria, pregunta acerca de quién es, y le informan que es Betsabé, esposa de su general Urías, el hitita. Como Urías está en guerra, David se aprovecha y se revuelca con Betsabé. Como no se le quita la calentura, manda órdenes al campo de batalla para que Urías sea puesto en lo más denso de la refriega, y así muera. Cosa que finalmente sucede, cuando el enemigo carga.

El profeta Natán le reprendió a David y diciéndole: "En una ciudad había dos hombres; uno era rico, y el otro, pobre. El rico tenía muchas ovejas y bueyes; el pobre tenía sólo una ovejita que había comprado. La había criado personalmente y la ovejita había crecido junto a él y a sus hijos. Comía de su pan, bebía de su misma copa y dormía en su falda. El la amaba como a una hija. Un día, el hombre rico recibió una visita, y no queriendo matar a ninguno de sus animales para atender al recién llegado, robó la oveja del pobre y se la preparó". Al escuchar esto, David se enojó y grita que semejante hombre merece la muerte. A lo que Natán se limita a responder: "Tú eres ese hombre".

Dios le hace pagar a David permitiendo morir al primer hijo de su relación. Pero David y Betsabé tienen otro hijo, que después será el famoso rey Salomón.

Para quienes tengan interés en leer la historia desde la fuente original, ésta aparece en el Segundo Libro de Samuel, capítulos 11 y 12.

La historia interminable

Magnifica tira en donde Manara nos ilustra, bajo el nombre de “La historia interminable”, la historia de la humanidad, básicamente una suecesión de sexo y violencia. Para ver la imagen completa, con todas sus etapas históricas, click aquí.

miércoles, 28 de diciembre de 2011

Camisa de Venus



Las enfermedades venéreas han repercutido desde el inicio de la historia del hombre de manera significativa en la vida individual y colectiva de la sociedad. Tal es el caso de la sífilis y de la gonorrea, que en el transcurrir de la historia han sido la causa de verdaderas epidemias, que han afectado a grandes masas de la población europea, medio-oriental y americana, con consecuencias devastadoras. El término venérea, procede de Venus, diosa romana de la belleza, del amor y de la fecundidad, versión latina de la diosa griega del amor, llamada Afrodita. Conjuga lo amoroso y lo femenino. Son enfermedades que necesitan del contacto intimo-sexual para su contagio y propagación. Los romanos, muy preocupados por estas enfermedades, a las que denominaban "morbus incidens" fueron también muy previsores.
Cuando las legiones romanas realizaban sus invasiones, no sólo invadían territorios, las mujeres eran también parte del "botín" y para ellos usaban unos preservativos hechos de tripa de carnero que un pastor "anónimo" denomino "camisa de Venus".

Curiosidades sexuales en la antigua Roma


  • La prostitución era considerada como un bien social.

  • Tras la poda (puta), con las ramas de los árboles, las mujeres que deseaban quedarse embarazadas eran azotadas ritualmente, las sacerdotisas ejercían la prostitución sagrada en honor a la diosa. Con el paso del tiempo el nombre de la diosa paso a denominar a al mujer que ejercía la prostitución.

  • El verbo fornicar proviene de la denominada fornices, que eran las celdas donde las prostitutas recibían a sus clientes.

  • El Leno era el encargado de mantener el orden y cobraba una comisión del servicio de la prostituta.

  • Para los romanos había tres tipos de prostituta: la prostituta (que esta dispuesta) era la que entregaba su cuerpo a quien ella quería. La pala (sin elección) aceptaba a cualquiera que pudiera pagar el precio demandado y la meretrix ( la que gana) era la que se ganaba la vida por si misma.

  • Cada prostituta a la entrada de su celda tenia un dibujo con el que hacia referencia a su especialidad o trabajo a realizar.

  • Las prostitutas consideraban la felación (fellatio) como el vicio más repugnante, que un cliente podría solicitar. Era el servicio más caro y se supone que era por la falta de higiene de algunos clientes.

  • Las prostitutas y mujeres de costumbres licenciosas, eran obligadas a vestir con una túnica corta y oscura para diferenciarlas del resto de mujeres.

  • Las malas lenguas decían que Mesalina tenia una celda alquilada a su nombre y ejercía la prostitución para saciar su apetito sexual bajo el seudónimo de Lycisca; al acabar la jornada pagaba su comisión al Leno y se iba a palacio. Comentan que por una apuesta con otra prostituta se trabajo en una jornada a una centuria.

  • Las statio cunnulingiorum, eran los lugares donde los protitutos se ofrecían para practicar sexo oral a sus clientas.

  • Las mujeres romanas, para evitar quedarse embarazadas, buscaban amantes espadones, es decir, castrados en edad adulta y que no tenían por tanto rasgos de eunuco.

  • La menta era considerada como un gran afrodisíaco. En tiempo de guerra se prohibió su cultivo y las infusiones de esta planta , para no debilitar a los soldados.

Historia de la prostitución

En el tercer milenio antes de Cristo, en Babilonia todas las mujeres tenían la obligación, al menos una vez en su vida, de acudir al santuario de Militta (la Afrodita griega) para practicar sexo con un extrangero como muestra de hospitalidad, a cambio de un pago simbólico. Este rito tiene su origen en la diosa de la cultura sumeria Innana, diosa de la belleza y la sensualidad. Sus sacerdotisas, que se habían consagrado vírgenes al servicio del templo, fornicaban con aquellos que habían dejado en el templo una ofrenda económica a la diosa. En la Biblia hay numerosas referencias a los actos "abominables” de estas sacerdotisas, las canaanitas.

La divinidad amorosa Innana/Ishtar es la protectora de las prostitutas y de los amoríos extramaritales, que por cierto no tenían connotación especial en Babilonia, ya que el matrimonio era un contrato solemne que perpetuaba la familia como sostén del estado y como generadora de riquezas, pero en el que no se hablaba de amor o de fidelidad amorosa. Así, a los hombres se les permitía ofrecer a sus esposas como pago colateral por un préstamo.

En la Grecia clásica, la prostitución era practicada tanto por mujeres como por hombres jóvenes. El término griego para la prostitución es porne, derivado del verbo pernemi (vender), lo que derivado en la acepción moderna. Las prostitutas debían vestirse con ropas distintivas y estaban obligadas a pagar impuestos. En la iglesia tenían un lugar reservado e Incluso eran enterradas separadas del resto. Se cree que fue en la antigua Atenas donde se estableció el primer burdel, en el siglo VI a.C., como local de negocio (un servicio equivalía al salario medio de un día) en el que no estaba permitida la captación de cliente.

En Imperio Romano, la prostitución era habitual y había nombres distintos para las mujeres que ejercían la prostitución según su estatus y especialización. Las cuadrantarias eran llamadas así por cobrar un cuadrante (una miseria). Las felatoras eran practicantes expertas de la fellatio (mamar), el acto más degradante. En la Roma Clásica, algunos prostitutos masculinos esperaban en las esquinas de los baños a mujeres que solicitaran sus servicios. Según la jerarquía romana de la degradación sexual, un hombre sospechoso de practicar cunnilingus a una mujer se rebajaba más que uno que fuera penetrado por otro hombre. Se le imponía el estatus legal de infame, al mismo nivel que prostitutas, gladiadores y actores, lo cual le impedía votar y representarse a sí mismo ante un tribunal. En el Imperio Romano, el prostituto que practicaba cunnilingus a una mujer era peor visto que el que era penetrado por otro hombre...

Los egipcios fueron los primeros en prohibir las relaciones carnales con las mujeres nativas o peregrinas domiciliadas en los templos y demás lugares sagrados de la época. En el antiguo Egipto, algunas mujeres, no siempre prostitutas, conocidas como felatrices, se pintaban los labios de un determinado color para dar a conocer su inclinación por esta práctica.

En la cultura fenicia surgió la celebración de una serie de fiestas o ceremonias en honor de las dos divinidades del amor. En estas fiestas, las mujeres se golpeaban duramente el cuerpo, para más tarde ofrecer sus cabellos a la diosa. Las mujeres que querían conservar su cabellera, con evidente menosprecio de su pudor, abandonaban el templo y se dirigían a una especie de mercado donde sólo tenían acceso ellas, además de los extranjeros. Estaban obligadas a entregarse tantas veces como fueran requeridas. La recaudación de aquel comercio carnal se destinaba a adquirir ofrendas para las imágenes de la diosa. Con el tiempo adquirió un sentido comercial que se extendió por todo el mediterráneo.

En el siglo IX, Carlo Magno ordenó el cierre de todos los establecimientos donde a las mujeres se les permitía tener relaciones sexuales promiscuas y dispuso el destierro de las prostitutas. Pero dada la gran corrupción, las medidas legales resultaban inocuas. Durante las Cruzadas, las mujeres libertinas se vestían de hombres para poder viajar junto a los ejércitos, y así ofrecerles al anochecer sus servicios. En la España del s.XVI, una joven tenía que ser mayor de 12 años y haber perdido la virginidad para poder entrar en un burdel…

En la Edad Media, la recesión económica hizo que las prostitutas se establecieran en urbes grandes, generalmente villas universitarias, por la gran afición de los estudiantes a sus servicios. Era deber de los rectores vigilar que los estudiantes no frecuentasen los dominios de estas mujeres, aunque tenían muy poco éxito. Las meretrices también acudían con las ferias ambulantes y las grandes fiestas populares, como el carnaval o los torneos.

En la España de los Austrias (s. XVI), para que una joven pudiese entrar en una mancebía, o casa pública de prostitución, tenía que acreditar con documentos ante el juez de su barrio ser mayor de doce años, haber perdido la virginidad, ser huérfana o haber sido abandonada por la familia, siempre que ésta no fuese noble. El juez procuraba disuadir de sus torcidos intentos a la aspirante con una plática moral, y si no la convencía, le otorgaba un documento, donde la autorizaba para ejercer el infame oficio.

En la Edad Moderna, entre las gentes acaudaladas y la clase nobiliaria, el hábito de las cenas ostentosas contribuyó a difundir la prostitución con apariencias más puritanas. En las grandes capitales, como Roma o Venecia, el número de cortesanas era tal que tuvo que ser reglamentada administrativamente bajo la dirección de una mujer a quien llamaban "reina", que se encargaba de hacer respetar en forma estricta los reglamentos policiales.

Dentro del reino animal también se da la prostitución. Algunas especies de pingüinos intercambian sexo por piedras adecuadas para la construcción de nidos, y entre los bonobos las hembras ofrecen sexo a cambio de comida, y como mecanismo de resolución de conflictos

Curiosidades históricas sobre el sexo I

Aquí nos encontramos con algunas curiosidades sobre el sexo relacionadas con hechos históricos o personajes histórico, como es el caso del primer punto que habla de los penes en grecia, lo que podría explicar el porqué representaban en las esculturas a los hombres con penes pequeños y firmes.



  • Penes en Grecia: En Grecia los penes pequeños y firmes eran admirados, mientras que los grandes eran considerados poco estéticos.

  • Adulterio en Roma: El castigo por adulterio en Roma era la amputación de la nariz.
    Esperma Medieval: Durante la época medieval se creía que tanto los hombres como las mujeres producían espermatozoides

  • Ley en Inglaterra: Hasta 1884, una mujer en Inglaterra podía ser arrestada por negarle el sexo a su esposo

  • Pago con esposa: En Babilonia se permitia a los hombres ofrecer a sus esposas como pago colateral por un préstamo

  • Ramsés II: Se dice que el faraón Ramsés II engendró a 160 hijos.
    Menstruación: Durante la época Victoriana se les consideraba enfermas a las mujeres que tenían su menstruación y se les obligaba a permanecer en cama.

  • El sexo oral: Es ilegal en los estados de Arizona, Florida, Minesota, Lousiana, Carolina del Norte y del Sur, Utah y Virginia

  • Placer en el coito: En la época medieval, la doctrina cristiana ordenaba que el coito debiera ser evitado a toda costa. El coito era sólo para procrear y no se debía sentir placer durante el acto sexual.

  • El misionero: Durante cientos de años la única posición aceptada por la Iglesia Católica para tener sexo era la posición del misionero.

  • Castigos: En Paris, después del año 1635, a las prostitutas se les castigaba con latigazos, se le rapaba la cabeza y se les expulsaba de la ciudad

  • Adulterio: En la antigua Babilonia, el código de Hammurabi, castigaba a la mujer que era violada sexualmente. Si una mujer casada era violada, se consideraba este hecho como un acto de adulterio por parte de la mujer. Ella y el violador eran sentenciados a morir ahogados.

  • Ley: La antigua ley hebrea obligaba al violador a pagar una suma de dinero al padre de la victima y contraer matrimonio con ella.

  • Consentimiento del Rey: En la antigua Inglaterra la gente no podía tener sexo sin contar con consentimiento del Rey (a menos que se tratara de un miembro de la familia real). Cuando la gente quería tener un hijo debían solicitar un permiso al monarca, quien les entregaba una placa que debían colgar fuera de su puerta mientras tenían relaciones. La placa decía “Fornication Under Consent of the King” (F.U.C.K.). Ese es el origen de la palabra